miércoles, 19 de febrero de 2014

Tren

No sé muy bien cómo empezar ni lo que realmente quiero contar, pero necesito sacar esto de dentro. Anteayer (lunes diecisiete de febrero) hubo un accidente en la estación de Cercanías de Nuevos Ministerios. Hay noticia difundida por agencias, así que puede suponerse que la versión de los testigos afirmando que la caída de la chica fue accidental, es fiable. Hay un pacto con la prensa para que no se difundan los casos de intento de suicidio en las vías.


Boca de metro Nuevos Ministerios
Entrada a Nuevos Ministerios, de Dorotea Hyde

Iba en un tren posterior y cuando llegamos a Atocha estuvimos esperando un rato. No anunciaron nada por megafonía, así que imaginas muchas cosas: acumulación de trenes, autoboicots, averías reales… ¡Quién sabe si pocas veces nos informan! Llegamos a Nuevos Ministerios con quince minutos de retraso y lo primero que vi al bajar al andén fue un montón de policía. Estaba claro que había pasado algo, algo que te imaginas gordo cuando ves a los servicios de limpieza fregando y más todavía cuando una de las limpiadoras le dice a un compañero: “yo lo siento por la chica”. Un poco más adelante, la rampa de evacuación abierta. Ya no hay duda. No quedan rastros físicos en el andén, pero el aire te transmite las sensaciones de toda esa gente que ha estado trabajando para que los viajeros no veamos nada.

En ese momento pensé en lo que vi el viernes y mis piernas comenzaron a temblar. Eran casi las once cuando llegué a mi estación, cansada, muy cansada después de una jornada de trabajo y tres horas intensivas de curso. La cabeza ya casi no me funcionaba, sólo pensaba en pillar la cama. En Atocha, el tren tardó un pelín en salir, pero lo achaqué a la hora. Nada raro hasta que no me bajé del tren y tras dar unos pasos vi algo en el suelo que atrajo mi atención. Miré a mi alrededor y a la gente le pasaba lo mismo, todos mirando para comprobar que aquello era real (y quizás también por el morbo, para qué negarlo). De cerca, vi que eran restos de material sanitario ensangrentado. En ese momento no quería pensar en lo peor, sólo que ya le vale a alguna gente tirar sus cosas guarras por ahí. ¡Cómo si fuera una compresa! Seguí hacia los tornos y me encontré con la segunda pista: unos guantes azules de los que usan los servicios de emergencia. Y mi cabeza comenzó a funcionar a mil… bueno, a cien, que a esas horas ya no da para mucho más.

El sábado hice una búsqueda de noticias y nada, ni rastro de lo que pudo haber pasado. En estos casos te pones en lo peor, porque la falta de información a veces dice más que un comunicado. Todo son suposiciones, claro, pero tras encontrarme con dos sucesos en tres días, las emociones pudieron conmigo. Pensé también en la gente que lo vive en directo, en los que a pesar del horror acuden sin dudarlo a socorrer a la persona (¿haría yo lo mismo o me desmayaría?), en el maquinista que puede culparse aunque no pueda evitarlo, en la cara de mi jefa si llego a encontrármela en la puerta, incrédula como siempre de todo lo que le cuento y quitando importancia a las desgracias ajenas. Puedo oírla: “eso no es nada” y veo sus ojos diciendo: “no sé por qué te pones así” y “si en realidad estás mintiendo”. Y también en los que se lanzan voluntariamente marcando para siempre la vida de los demás.

No puedo dejar de coger el tren de la misma forma que no dejamos de ir en coche aunque nos encontremos accidentes terribles. Pero impacta y durante unos días, al llegar a la estación, es lo primero que se me viene a la cabeza.



6 comentarios:

  1. Impacta, sí... y hace plantearse muchas cosas como te ha pasado a ti.

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    1. Y muchas más, pero no quería alargarme :( Gracias por pasarte! :)

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  2. Siempre... ¿estamos locos? Y además tengo que decirte que esta entrada es de las que mejor te ha quedado ;-)

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  3. Gracias!! Se ve que le voy cogiendo el punto :)

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  4. Me acabo de tropezar con tu blog #YaMeVale XD y no puedo dejar de poner 1 comentario en esta entrada porque hay cierto guión cinematográfico que empieza con "no miren a la vía" y cuando lo leas fijo que tu mente recordará este post...

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    1. No te preocupes, no le doy mucha publicidad :D Ya te contaré cuando lea el guion. Aunque eso de "no miren a la vía" es como el "no mires abajo" :)

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